Texto por Haarón Álvarez y Rodrigo Herrera

Fotografías de Haarón Álvarez

Margarita Cuevas Suárez tiene un gusto por toda la comida, pero especialmente por las pizzas, por tomar una cerveza bien fría y bailar cualquier género musical que le pongan, además de compartir en familia y amigos. Es como la familia describe a Margarita, quien desapareció el 5 de junio de 2022 con apenas 19 años.

“Margarita esa noche salió a una fiesta como solía hacerlo los fines de semana, me avisó que iría con dos amigos de la secundaria que yo conocía muy bien, fue aquí cerquita”, cuenta María Guadalupe Suárez, madre de Margarita.

Desde que esa noche no volvió a casa, su familia no ha descansado en buscarla. A pesar de que han realizado protestas y cerrado vialidades principales, la Fiscalía y las autoridades del gobierno capitalino y local han tardado en trabajar o dar avances en su caso.

Foto: Haarón Álvarez / The New Gay Times

“[…] la imagen de Margarita recuerda la esperanza por el regreso a su hogar en Xochimilco, al sur de la Ciudad de México”.

Desde que “Mago” no regresó, dos figuras y estampas de San Judas Tadeo resguardan sus fotografías en el comedor donde se le ve de adolescente y de niña, también abrazada de su hermana gemela Guadalupe. Vestida de camisa blanca formal, con lentes y cabello corto, la imagen de Margarita recuerda la esperanza por el regreso a su hogar en Xochimilco, al sur de la Ciudad de México.

Para su familia no existió tal cosa como una “salida de clóset”. María Guadalupe recuerda a su hija como una gran jugadora de fútbol, pero al mismo tiempo bailando como “chambelana” de los XVs de sus amigas. Para Mago, quien trabajaba en una tienda de abarrotes de la colonia, su aspiración era acabar la preparatoria para ingresar a la academia de policías, ese era su mayor sueño en la vida.

“A la fiesta donde se encontraba ella, un amigo le llamó para que salieran por unas cervezas, pero Mago le dijo que estaba en una fiesta, por lo que lo invitó, el chavo llegó con otro amigo”, fue lo que le contaron los otros dos acompañantes de Margarita a Lupita. Sin embargo, cuentan que empezaron de mala copa, por lo que Mago, prefirió retirarlos, pero ella se fue con ellos también.

La familia cuenta que en grabaciones de las cámaras C5, alrededor de las seis de la mañana, Mago entró al domicilio perteneciente a un familiar de uno de los jóvenes pero no se le ve salir.

Recuerdan que Mago les mencionó que uno de los muchachos con los que se fue esa noche le mandaba mensajes a su novia. Al enterarse, ella le reclamó y el joven la amenazó. Meses más tarde, uno de los sospechoso de la desaparición de Mago fue asesinado a balazos y otro identificado se encuentra prófugo.  

“Para la familia, el hecho de que Mago pertenezca a la población de la diversidad sexual es un freno para que sea buscada por las autoridades”.

La familia Suárez al principio del caso vieron algunas anomalías y contradicciones entre las declaciones de familiares de los presuntos culpables de la desaparición de Margarita, pero la Fiscalía no lo tomó en cuenta, ahora solo les dan largas.

Para la familia, el hecho de que Mago pertenezca a la población de la diversidad sexual es un freno para que sea buscada por las autoridades. Primero trataron de revictimizarla y decir que “seguro que había ido con el novio”.

María Guadalupe siempre mostró amor, respeto y aceptación hacía Mago, para ella siempre fue su hija, era la adoración de sus sobrinos, la buscaban mucho para jugar fútbol en el patio. Sus hermanos recuerdan que todas las noches los reunía para cenar juntos y que era alguien muy social, por lo que su orientación sexual no era un tema.

El Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) reconoce a 74 personas de la comunidad LGBTIQ+ desaparecidas en el país, un fenómeno que va la alza –32 siguen sin ser localizadas. En 2021 se registraron 9 personas LGBTQI+ desaparecidas, en 2022 fueron 16 y en lo que va de 2023 se registran 23. 

“Este año durante la edición número 45 de la Marcha del Orgullo de la Ciudad de México se convocó a un contingente que marchó por primera vez para visibilizar las desapariciones de las personas de la comunidad LGBTIQ+”.

Para Juan Carlos Lozada, fundador de Invisibles MX, el principal obstáculo que enfrentan para localizar a una persona de la comunidad LGBTIQ+ es que las familias muchas veces no buscan por el estigma que enfrentan en el proceso, y las familias “sociales”, amistades, parejas etc, no tienen el derecho de participar en las investigaciones​. Lozada considera que la cantidad real es mucho mayor a la que reporta RNPDNO, cuyos registros cuestiona al estar expresados de una forma binaria, cuando las personas de la comunidad LGBTIQ+ no se identifican únicamente con los géneros masculino o femenino. Este año durante la edición número 45 de la Marcha del Orgullo de la Ciudad de México se convocó a un contingente que marchó por primera vez para visibilizar las desapariciones de las personas de la comunidad LGBTIQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersexuales y de otras diversidades sexogenéricas), y desde donde han reclamado por protocolos específicos que ayuden en la búsqueda y localización de personas LGBTQI+ desparecidas, y demandar que el estado garantice una investigación diferenciada y con enfoque de género. 

“Las desapariciones de las personas LGBTQI+ no han tenido la visibilidad social ni la urgencia por parte de las autoridades, la necesidad de la diferenciación en las investigaciones responden a las particularidades de sus experiencias”.

Para contrarrestar los subregistros, Fundación Arcoiris publicó una guía para el registro y seguimiento de casos: “La desaparición de personas LGBTI+ en México” a partir de una revisión documental, el análisis al marco jurídico nacional e internacional, estudios sobre la capacidad institucional instalada y fuentes relacionadas con la desaparición de personas LGBTQI+, su documentación y registro.

Las desapariciones de las personas LGBTQI+ no han tenido la visibilidad social ni la urgencia por parte de las autoridades, la necesidad de la diferenciación en las investigaciones responden a las particularidades de sus experiencias; desde la violencia que les atraviesa por su orientación sexual o identidad de género, quienes les buscan no tienen el reconocimiento jurídico para los procesos, pensados para familiares, el no contar con una identificación que corresponda con su identidad o expresión de género y sobre todo el gran subregistro.