Los favores eróticos del Santo Patrón de Bohemia
Emilio tiene apenas dieciocho años, recién terminó la preparatoria y se siente el chico más afortunado del planeta. Gracias a su excelencia académica, sus padres lo premiaron con un fabuloso viaje de varias semanas recorriendo el Viejo Continente. ¿Acaso se puede pedir más?
El primer beso
La terminal 1 del aeropuerto de Cancún era un hervidero interminable de personas que llegaban de todas partes del mundo a ese paraíso del Caribe Mexicano, para disfrutar sus vacaciones.