Libertad de expresión vs. responsabilidad editorial: la urgencia de una ética de contenidos
El reciente caso de ZETA Tijuana, que publicó una carta de contenido discriminatorio hacia las personas trans y LGBTTTIQ+, invita a una reflexión seria sobre los límites y la ética de los medios en la era actual. La falta de un filtro adecuado para evitar la difusión de discursos de odio expone una falla crítica en la responsabilidad editorial, especialmente considerando el contexto de violencia hacia la comunidad LGBTTTIQ+ en México.
Aunque el semanario se disculpa y reafirma su apoyo a la comunidad LGBTTTIQ+, su postura plantea interrogantes sobre la ética periodística y el rol de los medios como promotores de un diálogo respetuoso y libre de discriminación.
Uno de los puntos críticos es el enfoque de ZETA al atribuir la responsabilidad al autor de la carta, distanciándose así de la narrativa presentada y limitando la reacción del medio a una disculpa. Este tipo de respuestas puede interpretarse como insuficiente en un contexto donde el discurso de odio representa riesgos reales para personas vulneradas en derechos. Recordemos que en Tijuana existen casos como el de Kendra Medina, mujer trans que fue asesinada y quemada, y el asesinato de la activista trans, Jeanine Huerta, ambas asesinadas en sus propias casas. Al ofrecer solo disculpas generales, el medio parece insensible o indiferente hacia la responsabilidad social que debería guiar sus decisiones editoriales.
Otro aspecto cuestionable es la aparente falta de políticas claras para moderar los contenidos. La libertad de expresión es un derecho fundamental, pero no debe ser utilizada como justificación para publicar material que fomente prejuicios o marginalización. Publicar opiniones diversas es esencial para un medio democrático, pero el riesgo de amplificar discursos de odio requiere una posición editorial activa y firme. En este caso, se podría cuestionar si ZETA cuenta con los filtros adecuados para evitar que opiniones ofensivas y sin fundamento proliferen en sus plataformas.
La realidad en México es alarmante. Según la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDOSIG), los niveles de discriminación y violencia contra personas LGBTTTIQ+ se mantienen altos, con un 28% de personas encuestadas que reportan haber experimentado alguna forma de discriminación debido a su orientación o identidad de género. Estos datos resaltan una problemática que los medios deben atender con sensibilidad y ética, en lugar de excusarse en la libertad de expresión.
Por otro lado, los transfeminicidios en México evidencian la vulnerabilidad extrema de las personas trans. En lo que va del año se han registrado más de 55 transfeminicidios; organizaciones afirman que se ha incrementado en un 100% en la Ciudad de México. Publicaciones que minimicen o validen el odio pueden agravar la situación al normalizar discursos que estigmatizan y deshumanizan a esta comunidad.
El derecho a la libre expresión es esencial, pero los medios deben tomar en cuenta el impacto social de cada palabra publicada. En un contexto de alta vulnerabilidad para la comunidad LGBTTTIQ+, los medios de comunicación tienen el deber de ser aliados en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. ZETA, como todos los medios de comunicación deben implementar políticas editoriales claras que garanticen el respeto, promoviendo el diálogo y condenando cualquier forma de discurso de odio.
La respuesta de ZETA debería ser una postura definitiva sobre la tolerancia cero a cualquier forma de violencia o discriminación, seguido de un compromiso para la reparación del daño y la no repetición, a la par que se abre un diálogo más profundo sobre cómo los medios pueden ejercer su derecho a la libertad de expresión sin sacrificar el respeto y la dignidad de sus audiencias.
Exhortamos a César René Blanco Villalón y a Adela Navarro Bello co-directores de Zeta a que sean más rigurosos en sus filtros editoriales y no dar espacio a discursos de odio, narrativas estigmatizantes, sesgadas y que atentan contra la dignidad de las personas y que en nada aporta al debate público, la postura de opiniones y el flujo libre de la información.
– Consejo editorial, The New Gay Times
Si estás de acuerdo con esta postura, envía un correo electrónico o un mensaje en X/Twitter a la co-dirección de ZETA: reneb@zetatijuana.com / adela@zetatijuana.com / @adelanavarro
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