Sobre el gen de la homosexualidad
Texto por Roberto Zedillo Ortega
¿Qué implicaciones ha tenido en México el discurso de que “se nace” gay? ¿Cómo ha afectado esa creencia a la opinión pública sobre políticas incluyentes?
Disclaimer: este mini choro me lo aviento con base en mi propia tésis de licenciatura, que pueden encontrar aquí y una parte de la cual fue publicada por la cámara de diputados.
En general, la opinión pública mexicana *sí* ha respondido a la idea de que las personas “nacen” (en lugar de “hacerse”) homosexuales. Cuando la gente cree que la homosexualidad es innata, tiene mayor probabilidad de apoyar políticas incluyentes.
En 2012, por ejemplo, creer que las personas “nacen” homosexuales aumentaba la probabilidad de que una persona apoyara el matrimonio igualitario en casi 15%. Eso se ajusta a la ‘teoría de la atribución’: cuando atribuimos a las personas la responsabilidad de estar en X situación (p. ej. “es gay porque decidió ser gay”), tendemos a estigmatizarlas y a estar en desacuerdo con políticas que las incluyan, “porque ellas se lo buscaron”.
Varias académicas y académicos han mostrado cómo esa teoría también ayuda a explicar el rechazo a políticas para incluir a otros grupos sociales. Creo que un ejemplo muy claro es el de las personas que viven en situación de pobreza.
Cuando la gente responsabiliza a las personas por su estatus socioeconómico (léase “los pobres son pobres porque quieren”, o el famoso echaleganismo), tienen menor propensión a apoyar políticas públicas redistributivas (véase por ejemplo How Citizens Think about National Issues: A Matter of Responsability).
Regresando al tema del “gen gay”, creo que es importante destacar lo siguiente: aunque es un factor importante, creer que la gente nace gay no lo es todo. Para empezar, la idea de que la homosexualidad es innata no explica el apoyo hacia TODAS las políticas incluyentes.
En México, aunque creer que uno “nace” gay hace a la gente más propensa a apoyar el matrimonio igualitario o la adopción, no la hace más propensa a apoyar las “candidaturas gay”. No sé aún de estudios que muestren por qué el argumento biológico es relevante sólo en ciertos casos
PERO EN EL LADO POSITIVO, el apoyo a políticas incluyentes tampoco depende *solamente* de si la gente cree que hay un “gen gay”. Factores como el nivel de religiosidad y la edad también son sumamente importantes.
Eso también sugieren otros estudios en nuestro país. En particular, la ENADIS 2017 del CONAPRED y el Inegi muestra que las personas jóvenes tenemos mucho menos prejuicios que el resto, y apoyamos mucho más las políticas incluyentes.
Entonces, aunque (como acaba de apuntar @baruchdom ) las olas conservadoras van a querer jalar agua para su molino, lo bueno es que no todo depende de el “relato naturalista” (como le llamó
@SiobhanFGM en un post hace poquito).
He visto una serie de opiniones respecto al estudio sobre el origen genético de la homosexualidad que se publicó en la revista Science hace unos días. Muchos medios de comunicación tenían encabezados como "No existe un gen gay" lo cual fue desafortunado. Abro hilo 👇
— Ricardo Baruch D. (@baruchdom) 31 de agosto de 2019
Todo este desmadre reafirma la necesidad de ser crítica/oss con la forma en que planteamos nuestras luchas por la igualdad y con el tipo de igualdad que exigimos (como ya refleja la cobertura). Pero bueno, esa ya es otra discusión en la que claramente no tengo expertise.
Este texto fue publicado originalmente en el siguiente hilo:
A propósito de todo el desmadre sobre si hay o no “un gen de la homosexualidad”, voy a pecar de ridícula con un mini-hilo. ¿Qué implicaciones ha tenido en México el discurso de que “se nace” gay? ¿Cómo ha afectado esa creencia a la opinión pública sobre políticas incluyentes? 1/
— Roberto (@soykul) 31 de agosto de 2019
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