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Día Internacional del Orgullo LGBTQI+: Sin Igualdad, No Hay Orgullo

El mes del orgullo LGBTQI+ que conocemos hoy no sería posible sin el activismo de personas afrodescendientes, las mujeres trans, y de quienes han sido históricamente marginadas por su origen étnico, nivel educativo o situación económica. 

Son las personas más oprimidas quienes valientemente se han levantado a defender los derechos que hoy gozamos. Estamos en deuda y por ello no puede haber mes del orgullo sino luchamos por la igualdad. 

Stonewall Inn, el inicio del PRIDE

El 28 de junio de 1969,  tres mujeres, Marsha P. Johnson, Sylvia Rivera y Stormé DeLarverie se plantaron ante la policía para defender sus derechos y de las demás personas en Stonewall Inn, un pub de Nueva York, en medio del ambiente de las redadas y la violenta persecución de la policía contra las personas LGBTQI+ en los pocos espacios que existían en la época.

Así, medio siglo después, conmemoramos un mes del orgullo LGBTQI+ en un contexto en el que la discriminación se evidencia más gracias al periodismo ciudadano y la inmediatez que permiten las transmisiones en vivo en nuestras redes sociales.

En los útimos años, la denuncia ciudadana aumenta aceleradamente, en contextos en los que más personas LGBTQI+,  el movimiento feminista y diferentes pueblos indígenas y afro de todo el continente requieren con urgencia nuestra solidaridad y acción para decir: ¡BASTA DE RACISMO!, ¡BASTA DE DISCRIMINACIÓN!

Las personas afrodescendientes y los Pueblos Indígenas siguen sufriendo el clasismo, el racismo y la discriminación en pleno 2020, y muchísimas personas LGBTQI+ se encuentran en la interseccionalidad.

Las Américas, una región violenta

En el Chocó, Colombia, personas afrocolombianas se enfrentan a desplazamiento forzado, a atentados y hasta la muerte a manos de individuos y grupos armados. Incluso, mujeres afrocolombianas se exponen valientemente para defender sus comunidades, en el país más letal para líderes sociales que defienden derechos humanos, según un artículo de Amnistía Internacional en el que incluyen cifras de Front Line Defenders

En Honduras, Guatemala y México, entre otros países, matan a personas indígenas que defienden la tierra, el territorio y el medioambiente y estos crímenes quedan en la total impunidad o con aplicación de la justicia a medias. Mientras que Brasil tiene las cifras más altas de brutalidad policial y la mayoría de asesinatos que comete la policía son de personas negras. Los crímenes de odio también son constantes y quedan sin castigo, como el caso de la defensora de los derechos LGBTQI+, Marielle Franco. Cada día, 13 mujeres son asesinadas en Brasil, la mayoría de ellas son mujeres negras (Atlas de Violencia, 2019) y la esperanza de vida de una mujer trans en el país es de 35 años.

México racista y clasista

En la investigación “Por mi raza hablará la desigualdad” que publicó OXFAM, cuando se hace referencia a una historia de racismo y discriminación, se podría pensar que se trata de injusticias que ocurrieron en el pasado y que ya se superaron. Sin embargo, la realidad es otra.

De acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), los derechos de las personas afrodescendientes que más se violentan en México son el trato digno y la igualdad de oportunidades, situaciones en las que la mayoría de las veces el color de piel fue la causa de discriminación.

Otro ejemplo reciente es el racismo desatado en contra de Yalitza Aparicio cuando fue nominada al Oscar, mientras que la comediante Sofía Niño de Rivera utilizó como recurso un chiste racista en su segundo especial de Netflix, y la plataforma aún no hace nada al respecto.

#ICan'tBreath

Justicia para George Floyd

El asesinato de George Floyd y de otras personas afroestadounidenses son solo la gota que ha derramado el vaso este año. Es innegable la influencia que tuvo la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos en el movimiento LGBTQI+. Apenas se anuló la Ley Jim Crow, entra en vigencia la Ley de Derechos Civiles en Estados Unidos en 1964, que abolía la segregación racial y un año después  la Ley de Derecho al Voto que permitió el sufragio sin discriminación hacia las personas negras, apenas solo cuatro años antes de los disturbios en el Stonewall Inn.

Hoy, el racismo sigue vivo en zonas rurales de Estados Unidos, aún se encuentran espacios separados, fiestas de graduación que conservan las tradiciones de la segregación que se transfieren de generación en generación. Las personas no nacen siendo racista, el racismo se aprende, pero como todo lo que se aprende, se puede desaprender.

Nuestra postura

En The New Gay Times creemos que como comunidad LGBTQI+ tenemos la responsabilidad de unirnos en solidaridad con los movimientos que luchan por defender todos los derechos humanos para todas las personas.

Las personas LGBTQI+ no podemos quedarnos calladas ante la injusticia porque conocemos de cerca el yugo de la homofobia, de la transfobia, de la misoginia y lesbofia que matan. En tiempos de COVID-19, te invitamos a hacer uso de las redes sociales para alzar la voz en contra de la discriminación, a que aprovechemos la coyuntura de un mes en que conmemoramos la lucha por nuestros derechos no solo para reflexionar y celebrar, sino para encarar el racismo y el clasismo que vivimos en nuestros países, ese que se encuentra normalizado o inadvertido.

Conmemoremos este mes del orgullo LGBTQI+ compartiendo la lucha contra el discurso de odio, promoviendo una cultura de cero tolerancia hacia cualquier tipo de discriminación.

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