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Día de la Visibilidad Trans

La visibilidad no basta

En los últimos años la inclusión de las personas trans se ha ejercido cada vez más fuerte, no sólo en lo que respecta a nuestro entorno, también en su integración en los movimientos sociales (como el feminista, en el caso de las mujeres trans) y en una ocupación cada vez mayor de éstas, en lugares importantes de la política, lo social e incluso el entretenimiento. Esto ha provocado que la visibilidad de las personas transgénero, transexuales y travestis se sitúe en preceptos e ideas actuales y fuera de aquellos erróneamente reproducidos en estereotipos y creencias que no sólo las han vulnerado por años.

Por ello, la visibilidad es considerada como una herramienta que sirve a su vez como arma de incidencia que, al ejercerla, promueve la normalización de las identidades, la inclusión y la no discriminación. También logra insertar el tema (de las identidades de género –que nada tenemos dominado–) y poner aquello que les problematiza y que; en definitiva, va construyendo un inminente respeto a las personas trans.

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covid-19 mujeres trans

Hoy es más urgente que nunca visibilizar los temas más críticos que afectan a las personas trans.

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Pero la visibilidad al alcanzar su máxima expresión, también puede verse sometida a una exposición cruel y tirada totalmente hacia el escrutinio público, que evidencia lo muy odiadas y perseguidas que han estado siempre las identidades disidentes y que, a pesar de estar bajo el reflector y avanzando en su integración a nuestra sociedad, pareciera que siguen sin importar por el trato que reciben diariamente. 

Es aquí justamente, donde comprobamos  que la visibilidad no basta. ¿Pero qué podemos hacer? ¿Cómo accionamos para entender que; para poblaciones vulneradas como ésta, ser visto no es suficiente? 

Y es que parece ser que aún no se alcanza a dimensionar que no sólo se trata de personas que simplemente existen, mueren o son asesinadas; sino que esto les sucede por el simple hecho de ser quienes son. Por ejemplo, a principios de los 90s, el mítico documental Paris is Burning, sobre la escena Ball del underground en Nueva York que pertenecía a personas racializadas, latinas y trans, mostró por primera vez que el mundo –gracias a la mirada de Jennie Livingston, su directora, comprobó la desaparición de una mujer trans sólo por ser ella; así, sin más preámbulo; así cerraba el documental, dejando esa situación ahí que nadie quería ni quiere ver hasta la fecha.

El Día de la Visibilidad Trans

Este día de la visibilidad trans surge gracias a la iniciativa de activista transgénero Rachel Crandall para conmemorar la existencia de las personas trans en la T del acrónimo LGBTIQ+ en todas sus variantes; es decir, personas transgénero, transexuales y travestis. Esta iniciativa hizo eco de la frustración de que la única fecha relacionada con las personas trans hasta ese entonces era el día de la memoria trans; o sea, que conmemoraba el deceso de personas transgénero y reclamaba de alguna forma la justicia que no se había ejercido en aquel entonces.

“Cuando hablamos de visibilidad en cualquiera de sus variantes, estamos refiriéndonos a una herramienta no sólo usada como arma de incidencia, sino como una forma de decir que  están aquí presentes.”

Lo mismo pasa con la activista y ahora bien ponderada Marsha P. Johnson, que un día desapareció, según su propio documental y nadie nunca supo ni quiso buscar sobre ella, ni si quiera sus más allegadas compañeras o sus amigos. Su memoria estaba ahí, como alguien que mucho había hecho por la comunidad, pero justo, desde la circunstancia y el hecho de que ya no está. Hoy, su memoria es más presencia que ausencia. 

Por eso, la visibilidad que propone Crandall resulta política, porque sólo al conmemorar a las víctimas por crímenes de odio, parecía sugerir que las vidas trans eran reconocidas más en muerte que en vida. Y así, cuando hablamos de visibilidad en cualquiera de sus variantes, estamos refiriéndonos a una herramienta no sólo usada como arma de incidencia, sino como una forma de decir que  están aquí presentes. 

Pero, aunque la población trans ha empezado a cobrar fuerza y cada vez se les está poniendo al centro, siguen siendo perseguidas y víctimas de los principales crímenes de odio.

En México

Mujeres sosteniendo una bandera trans en ciudad de México durante la marcha LGBT 2020 en Ciudad de México
Foto: Haaron Álvarez

En nuestro país, por ejemplo, el 52% de los crímenes de odio fueron transfeminicidios (Letra S, 2020) y con ello, se comprueba que somos el segundo lugar de transfeminicidios a nivel mundial. 

Pero la cosa no para ahí, con la contingencia sanitaria, por ejemplo: muchas mujeres trans perdieron su trabajo, con ello su economía y su sustento de vida ya que, según las cifras, el 90% de ellas se dedican al trabajo sexual. 

“Según la OMS, se estima que entre 0.3% y 0.5% de la población mundial es trans; es decir, siguen siendo una minoría entre las minorías. Y es justamente en la inclusión de las diversidades donde radica nuestra fortaleza como sociedad.” 

Por un lado, la visibilidad de los casos claro que puede ayudar a la regulación y abordaje de estos, pero la realidad nos indica que debemos desde nuestros espacios y trincheras, de velar por las exigencias a las instancias e instituciones de procuración de justcia para que en verdad se tomen acciones concretas para que no permitan que la exposición de las personas trans, o en este caso, la visibilidad, sea su única herramienta.  Por ello, hay que optar por la justicia reparativa, que justamente se refiere a llevar a cabo acciones concretas que garanticen sus derechos.

Letrero Alto a los Transfeminicidios, durante la marcha LGBTQI en CDMX (Paseo Reforma)
Foto: Haarón Martínez Álvarez

En octubre del año pasado, en 2021, la fiscalía por fin pidió disculpas por violentar los derechos de Paola Buenrostro, mujer trans asesinada 2018, esto después de que la activista Kenya Cuevas presionara a esta misma instancia a ejercer esta acción por no investigar el transfeminicidio de su compañera y amiga, con la debida diligencia y con perspectiva de género para resolverlo. Aunado a esto, las autoridades del gobierno de la CDMX, abrieron (también el año pasado) la Unidad de Salud Integral para Personas Trans, todo como parte de las acciones por parte del Gobierno capitalino para constar que las personas trans importan y reconociendo sus aportes a lo largo de los tiempos. 

Y es que, aunque hacer ver a las identidades de género ha permeado de manera positiva en nuestra sociedad y en un crecimiento acelerado, es ahí donde la representación debe ser ahora una bandera; es decir, no sólo incluirlas, respetarlas y verlas, sino que empiecen ocupar los lugares que pueden y han demostrado ser capaces, como es el ejemplo de las diputadas Salma Luévano y María Clemente, esta última también representante de las organización civiles y las personas con VIH dentro de la cámara. 

Según la OMS, se estima que entre 0.3% y 0.5% de la población mundial es trans; es decir, siguen siendo una minoría entre las minorías. Y es justamente en la inclusión de las diversidades donde radica nuestra fortaleza como sociedad. Por ello, es importante que cada vez más personas se sumen a celebrar la fecha con el objetivo de sensibilizar en contra de la discriminación y la violencia desproporcional que viven a diario por expresar su identidad

Diariamente las personas trans son afectadas partiendo de algo tan esencial como no tener una vivienda o tener un empleo digno. Por esa razón, aunque la representación sea el camino y la visibilidad no baste, El Día Internacional de la Visibilidad Trans ha servido de coyuntura para reforzar la despatologización y desestigmatización de las personas trans luego de que la OMS dejara de considerar la transexualidad como un trastorno mental o una disforia de género.

 

– The New Gay Times

 


El arma más efectiva que tenemos frente al odio es el conocimiento. Aprovechemos cada oportunidad para sensibilizar a aquellas personas que no lo estén (sobre todo a las cercanas), hablemos de la violencia pero también de sus raíces, de cómo romper el ciclo, cómo prevenirla y qué necesitamos exigirle a las autoridades para castigarla. Hablemos del valor humano que se nos escapa con cada vida que perdemos a manos de la transfobia, visibilicemos los aportes de las personas trans a la humanidad y también los obstáculos que están enfrentando en medio de la pandemia del COVID-19.

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