Explorando el amor y la sexualidad a través de El banquete de Platón
Escrita hace más de 2000 años, esta obra es un diálogo filosófico para entender el amor, la belleza y la sexualidad (incluido el lesbianismo y la homosexualidad) como parte de la naturaleza humana, desde la antigua Grecia.
“El Banquete” es uno de los diálogos más famosos escritos por el filósofo griego Platón. Fue escrito alrededor del año 380 a.C. y es una de las que ha generado interpretaciones diversas a lo largo de los siglos y ha influido en el pensamiento filosófico, literario y cultural occidental.
En este diálogo, varios personajes se reúnen en un banquete en casa de Agatón, un joven poeta que ha ganado un premio. Durante la reunión, los invitados participan en una serie de discursos sobre el amor (eros).
Uno de los discursos más destacados es el de Aristófanes, quien presenta una teoría mitológica sobre el origen del amor y la atracción sexual entre hombres y entre mujeres.
“Hasta ahora los hombres han ignorado enteramente el poder del Amor; porque si lo conociesen, le levantarían templos y altares magníficos, y le ofrecerían suntuosos sacrificios, y nada de esto se hace”.
Según Aristófanes, los seres humanos estaban compuestos por tres tipos de seres; hombres, mujeres y otro compuesto de ambos. Originalmente tenían una forma esférica con cuatro brazos, cuatro piernas y dos rostros. Por temor a su poder, Júpiter y los dioses dividieron a estos seres en dos.
“Los separaré en dos; así se harán débiles y tendremos otra ventaja, que será la de aumentar el número de los que nos sirvan; marcharán rectos sosteniéndose en dos piernas sólo, y si después de este castigo conservan su impía audacia y no quieren permanecer en reposo, los dividiré de nuevo, y se verán precisados a marchar sobre un solo pie”.
Y desde entonces estos seres separados, buscan su otra mitad.
“Hecha esta división, cada mitad hacia esfuerzos para encontrar la otra mitad de que había sido separada; y cuando se encontraban ambas, se abrazaban y se unían, llevadas del deseo de entrar en su antigua unidad, con un ardor tal, que abrazadas perecían de hambre e inacción, no queriendo hacer nada la una sin la otra. Cuando una de las dos mitades perecía, la que sobrevivía buscaba otra, a la que se unía de nuevo”.
El texto ahonda sobre la homosexualidad, como una práctica cotidiana que aún conservaba algo de prejuicio de la sociedad.
“Los hombres que provienen de la separación de estos seres compuestos… buscan el sexo masculino. Mientras son jóvenes aman a los hombres; se complacen en dormir con ellos y estar en sus brazos; Sin razón se les echa en cara que viven sin pudor, porque no es la falta de este lo que les hace obrar así, sino que dotados de alma fuerte, valor varonil y carácter viril, buscan sus semejantes (el masc4masc a.c.); y lo prueba que con el tiempo son más aptos que los demás para servir al Estado.
Además de la instrumentalización de los prejuicios contra el estilo de vida para el beneficio del gobierno, al parecer los hombres homosexuales de ese estonces también se enfrentaban a los mismos dilemas y jaqués éticos y morales de sociedades conservadoras.
“Hechos hombres a su vez aman los jóvenes, y si se casan y tienen familia, no es porque la naturaleza los incline a ello, sino porque la ley los obliga”.
Sócrates profundiza en la naturaleza del amor y su relación con la sexualidad y relata las enseñanzas de la sacerdotisa Diotima, quien revela que el amor es una fuerza que impulsa a los individuos hacia la belleza y la búsqueda de la verdad, sin limitarse a las convenciones sociales de la época.
“El Banquete” nos recuerda la riqueza y complejidad de la condición humana, así como la variedad de formas en que se manifiesta el deseo, el afecto y la conexión entre las personas.
Deja un comentario