TOP

“Mamá, soy gay”

Texto por Iris Rivera

Ilustración por Carlos Álvarez

 

Cuando has crecido en un entorno machista insertado en una sociedad intolerante homofóbica y llena de prejuicios, donde los supuestos dogmas cristianos están enraizados al punto del  fanatismo, una declaración como ésta te puede dejar sin aliento, sin las palabras adecuadas para responder. Yo escuché esto de tres de mis cuatro hijos.

Me pasó y le ha pasado a muchas madres; aquí lo más importante es conservar la calma y analizar la situación. Y surgen las preguntas que te llegan como un aluvión. ¿Por qué a mí?, ¿cuándo ocurrió esto y por qué no me di cuenta?, ¿quién fue el canalla que lo indujo?, ¿lo abusaron?, etc, etc, etc.

Es una vergüenza para la familia, le diré que se vaya de casa, piensas con dolor. Se van a burlar de nosotros (empieza el ego a trabajar) es un insensato desagradecido, ¿cómo me sale con esto después de todo lo que me he esforzado por él? ¡Pobrecita yo!

En ese momento no te das cuenta que con tu actitud lo estás destruyendo y con ello a ti misma. Reflexionemos un poco, actuemos como madres primero. No lo eches de casa porque lo estás abandonando a una vida de penurias y desprecio. Cerca de ti nadie se atreverá a ofenderle ni a burlarse de él, y te da la oportunidad de seguir dándole la formación necesaria para que pueda sobrevivir en el mundo. Y esto también te dará la oportunidad de comprenderlo.

Después de una noche de insomnio lo primero que hice fue investigar sobre la homosexualidad. Esto me ayudó un poco aunque no arrojó mucha luz al respecto. Eran tiempos en que nadie se decidía por una teoría concreta.

Entonces decidí aceptarlo tal cual es. Empecé por valorar el coraje y la honestidad de que tuvo al confesarme que era gay. Y entonces hablamos.

Creo que fue lo más sensato. Hoy por hoy es un hombre realizado y yo una madre orgullosa de su hijo gay. Y me llama la atención el significado de la palabra gay en inglés, significa alegre, contento, y así lo quiero, feliz y realizado sin una vida oculta por la cual deba esconderse o sentirse avergonzado.

Es tiempo que las madres con hijxs LGBTTTQI iniciemos un cambio trascendental, primero en nosotras mismas y luego en la sociedad. Juntarnos, crear escuelas para padres y madres, apoyar en los centros de refugio para jóvenes en situación que requiere atención prioritaria, exigir que en los hospitales haya un enfoque con perspectiva de identidad de género y la creación de centros de apoyo legal para exigir el  respeto a sus derechos humanos. Yo ya comencé, soy defensora de los derechos las personas LGBTTTQI en mi país. Tú decides cuando te unes por tu hijo o hija, por ti misma. Nunca es tarde.

Deja un comentario

Pin It on Pinterest