Rosalba
Texto por Rosalba Alcarajo, fotografía por Ángel Moreno
Hermosillo, Sonora
La abuela siempre le dijo: “No hay mejor religión que el respeto al prójimo”.
Ella vive en el desierto, la ciudad del sol es su casa. Aquí, el calor quema mucho, tanto como quema una mente cerrada o vivir dentro del closet.
Todas las noches se acostaba con la promesa de ser libre. Sus amigos más cercanos conocían sus alas de colores, pero temía contarle a sus padres por temor a cómo reaccionarían. La ansiedad invadía su cuerpo y el sudor le aparecía hasta en las cejas.
El tan esperado día llegó, las manos le sudaban y el llanto la invadió cuando sus padres la aceptaron así, sin prejuicios, sin miedo; la abrazaron con todo lo que es.
“El secreto está en el respeto, la diversidad es parte de la humanidad, lo que muchos ven inconcebible. Es una bella realidad”.
Han pasado más de 10 años desde aquel día. Jamás imaginó que en su relación actual viviría una salida del closet diferente, otro proceso de aceptación; pero ahora no con sus papás sino con los papás de su novia.
Es increíble que aún existan personas con ese pensar, que discriminen a sus propios hijos y su entorno, que la manipulación y el chantaje sean protagonistas, que la homofobia sea justificada con la religión y con el miedo. Pero en Sonora esto es muy común.
Es muy común hacerte pasar por la amiga de tu novia, no hablar del tema, porque si no se habla no existe, voltear para el otro lado y pensar que es una etapa.
Si los padres que rechazan conocieran lo que provocan, nadie se vería en la necesidad de estar en un armario y temer al rechazo.
“Menos rechazo y más abrazo, vuela libre y muy alto”.
“Cada vez son más los valientes que los de mente paliatoria, pinten el cielo y griten su historia”.
El sol la quema como la queman los pensamientos estúpidos de una suegra, como la quema la manipulación, como la quema su pareja cuando acepta la discriminación a cambio de una mesa con comida y una familia “feliz”.
El trabajo es diario y constante, es de valientes, es de seres que ya se cansaron de la situación y están conscientes de que merecen una vida mejor.
Rosalba vive con la esperanza de que el mundo cambiará, que el amor triunfará y que la sociedad comprenderá que vivir en diversidad es un regalo de la Humanidad.
Este cuento forma parte de la selección de textos de la convocatoria Microcuentos Orgullo Lector de México Lector y The New Gay Times durante el Mes del Orgullo 2020 sobre las distintas realidades de las personas LGBTQI+, partiendo desde cómo los lugares nos han dado forma e identidad, qué tanto han cambiado las ciudades y cómo son aquellos espacios que llamamos hogar.
Las historias le dan sentido a nuestras vidas, nos dicen de dónde venimos y hacia dónde vamos, nos conectan para reconocernos y ser reconocidos. Como escritores y lectores, tenemos que empezar a trabajar para mostrar esta diversidad de historias y realidades de personas, solo así dejaremos de alimentar estereotipos generalmente limitantes, inexactos y discriminatorios que refuerzan las desigualdades.
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