Ilustración por Johnny Siller.

Mujer trans afrodescendiente, con problemas de salud mental, viviendo en la calle, Alexa estaba en la intersección de las minorías más vulnerables de las Américas, y su atroz asesinato es una muestra más de la transfobia en la región.

Los trans feminicidios han alcanzado un estado crítico. El asesinato de Alexa en Toa Baja, Puerto Rico es emblemático porque refleja la grave situación en la que se encuentran las personas LGBTQI, en particular las personas trans en el Caribe.

A finales de agosto de 2019, en las Américas se registraron más de 1,300 muertes de personas LGBTQI, y para el final de ese año más de 330 personas trans fueron asesinadas en el mundo, la mayoría de estos crímenes ocurrieron en Latinoamérica y el Caribe.

130 asesinatos de personas trans -al menos los que fueron registrados- ocurrieron en Brasil, mientras que México registró 63 muertes, y la cifra de Estados Unidos llegó a los 30. La mayoría de personas trans asesinadas ejercían el trabajo sexual, lo que las expone aún más a la discriminación y a la violencia -incluso de la policía.

Un país del Caribe en el que la policía tortura a mujeres trans que ejercen el trabajo sexual es República Dominicana. Un informe de Amnistía Internacional revela que la policía dominicana ha violado y torturado a mujeres trans por su razón de género y el ejercicio del trabajo sexual.

Un crimen de odio

La saña con que asesinaron a Alexa denota a simple vista que se trata de un crimen de odio. Según la BBC,  Alexa era una mujer que andaba por las calles de Puerto Rico con sus pantimedias raídas, unas faldas cortas y una toalla vieja que le envolvía el cabello rebelde como un velo. Alexa además llevaba siempre consigo un retrovisor de automóvil con el que miraba lo que ocurría a sus espaldas mientras caminaba, quizá por sufrir de un síndrome postraumático.

La intolerancia puso a Alexa en las manos de la muerte. Entró al baño para mujeres de un McDonald’s con su retrovisor en mano y generó una ola de discriminación con fotografías que se hicieron virales, permitiendo a sus asesinos identificarla fácilmente. La policía de Puerto Rico dice que está investigando el crimen, mientras que el FBI ha dicho que brindará todo su apoyo a la policía para capturar a los responsables.

Este crimen de odio ha unido a muchas voces dentro y fuera de Puerto Rico, en su aparición en el programa de Jimmy Fallon, el artista Bad Bunny repudió el crimen usando una playera con la leyenda Mataron a Alexa no a un hombre con falda. 

Migrar para sobrevivir

En Suramérica la transfobia es latente, Brasil ostenta el vergonzoso primer lugar en la lista de asesinatos, mientras que en Paraguay apenas se condenó por primera vez a un hombre acusado del asesinato de una mujer trans.

Pero en Centroamérica, la situación es apremiante, en particular el Triángulo Norte.

El Salvador, Guatemala y Honduras son países en donde la pobreza, la discriminación, la extorsión y la violencia Estatal y el crimen obligan a miles de personas a dejar sus países para poner sus vidas a salvo.

Cientos de personas trans huyen de la extorsión y la esclavitud sexual, para encontrarse con la detención en condiciones infrahumanas en los centros de detención de México y Estados Unidos.

Entre 2009 y julio de 2019 al menos 325 personas LGBTQI fueron asesinadas en Honduras, en su mayoría por disparo, acribillamiento y apuñalamiento, mientras que la tasa de judicialización se mantiene por los suelos, según el observatorio de la organización CATTRACHAS

Sumado a la violencia desproporcional que viven las personas trans en toda región, la violencia institucional, sistemática y estructural que enfrentan todos los días se erige como obstáculo para el disfrute de una vida digna, el goce pleno de sus derechos humanos y el acceso a la justicia.

En junio del año pasado en México, la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX emitió la Recomendación 02/2019 a la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ) por la falta de debida diligencia y de aplicación de la perspectiva de género en la investigación del transfeminicidio de Paola Buenrostro asesinada en septiembre de 2016; el primer transfeminicidio reconocido en la CDMX.

Hace tres años, un hombre le disparó a Paola a bordo de un vehículo y confesó que la había matado tras escuchar su voz y descubrir que era una persona transexual. Con la resolución de los casos de crímenes de odio de personas en función de su identidad de género, así como los planes de reparación, las acciones afirmativas de parte de las instituciones (como la actualización de marcos jurídicos para la intervención pericial y protocolos adecuados), y a los perpetradores enjuiciados, se reconocen estas violaciones de derechos humanos y se da un mensaje claro de que los asesinatos a personas trans no quedarán impunes. 

Seis cosas que puedes hacer:

1. Ser compasivo, las personas trans son parte de nuestra comunidad.

2. Donar a una organización que ayude a las personas trans.

3. Intervenir. No permitas que las personas trans sean discriminadas. Denuncia, si eres testigo de una agresión hacia una personas trans, repórtalo.

4. Infórmarte. los problemas de salud mental son reales, no dejes sola a ninguna persona.

5. No compartas contenido que desacredite la validez de las personas trans. No refuerces el discurso fundamentalista, dicotómico, machista, misógino y transfóbico que busca quitarle derechos a las personas y que alimenta el odio hacia las personas trans.

6. Únete, participa de las manifestaciones y comparte esta causa y la de otros grupos en tus redes sociales. Cuando se ocurran temas alrededor de sus derechos, por ejemplo el derecho a su identidad, solidarízate con las personas trans, empápate de sus historias y compártelas, difunde sus reclamos de derechos y de justicia.

El arma más efectiva que tenemos frente al odio es el conocimiento. Aprovechemos cada oportunidad para sensibilizar a aquellas personas que no lo estén (sobre todo a las cercanas), hablemos de la violencia pero también de sus raíces, de cómo romper el ciclo, cómo prevenirla y qué necesitamos exigirle a las autoridades para castigarla. Hablemos del valor humano que se nos escapa con cada vida que perdemos a manos de la transfobia.