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Foto de perfil de Felipe Dumas

EL ARTE DE LA FRUSTRACIÓN Y DE LA EXPRESIÓN

Por Felipe Dumas, ingeniero y guionista bisexual.

Serlo es algo problemático dentro de la sociedad y dentro de la comunidad LGBTQI+. Sufro siéndolo pero esa no es mi mayor frustración. Me considero una una persona artística y muy apasionada con un gusto extraordinario por los libros y el cine, pero… no es el arte que últimamente estoy expresando como desearía.

Tengo un discapacidad auditiva. Padezco hipoacusia aguda bilateral. Se puede considerarme hipoacúsico o “hard-of-hearing”, pero la gente me llama “sordo”. Un término incorrecto si me preguntan pero ¿qué se le puede hacer cuando la gente carece de sentido común y empatía, llama a los demás como les dé la gana? No los puedes educar, aunque lo intentaras. Tener una discapacidad es trabajo duro, pero en el sentido que no puedo ser tomado en serio. La discapacidad que tengo nunca ha sido una limitante para mí y tampoco me define. Sin embargo, para la gente, todas las personas con discapacidad somos iguales, de limitados o hasta inferiores. Es molesto por no decir irrespetuoso. El otro lado de la moneda, igual de negativo, es que la mayoría de las personas sordas, (aquellas que nacen sin audición), discriminan a gente como yo. Difícil de creer, pero sí es algo que pasa.

Yo puedo hablar en lenguaje oral, me comunico bien y leo los labios. He usado aparatos auditivos desde temprana edad y tomé terapia de lenguaje y del habla. Usar aparatos o implantes cocleares es un pecado dentro de la comunidad de personas sordas porque ellas tienen la firme creencia de que, si eres una persona sorda o hasta hipoacúsico, sin importar el nivel de tu carencia auditiva, deberás comunicarte únicamente con lengua de señas. Es una exigencia extraña. Hasta tuve un gran desacuerdo con Nyle DiMarco-(activista sordo y gay- por lo mismo. Desalentador.

En las entrevistas de trabajo, las personas de Recursos Humanos o contratadores quedan muy impresionados con mi currículum. Soy bilingüe, me titulé en ingeniería en sistemas, soy guionista y tengo muchos talentos, pero tan pronto ven que soy “sordo” se echan para atrás, amablemente, con una sonrisa me dicen “No, gracias” o en el peor de los casos, por la falta de valor, me dicen “Te avisaremos”. Eso se traduce a “Nunca trabajarás para nosotros, pero te mandaremos un correo diciendo que te rechazamos,  educadamente con un saludo cordial, la firma y sello de la empresa para vernos profesionales mientras te discriminamos…”

Mi punto es que para las personas es difícil de creer que yo sea “sordo” solo porque me comunico “normal”. Entonces eso hace aún más difícil ser contratado porque en muchas empresas, ellos buscan ser “inclusivos” con una idea de alguien en mente. “Tomamos cursos de LSM y estamos contratando exclusivamente personas sordas / sordomudas que se comunican con lengua de señas total y únicamente…”. Eso ya es un problema porque si bien sus intenciones son buenas, la narrativa de inclusión es nula porque dejan de lado a las personas con discapacidad auditiva que sí pueden comunicarse de forma oral y que no hacen LSM.

Todos los días buscaba un empleo ya sea en línea, a través de mi LinkedIn y otros sitios de búsquedas de trabajos. Llenaba encuestas, mandaba mi currículum, aplicaba para vacantes, salía a buscar en distintas partes de la ciudad (dependiendo en qué estado del país estaba en el momento) y el resultado era el mismo: “Rechazado”; “No apto”; “No suficiente experiencia”; “No contratamos discapacitados” … La última es la respuesta que más dolió. Sólo sucedió una vez pero es suficiente para destruir la autoestima de uno, ¿saben? Traten de ser más empáticos.

“No contratamos discapacitados” … La última es la respuesta que más dolió. Sólo sucedió una vez pero es suficiente para destruir la autoestima de uno, ¿saben? Traten de ser más empáticos.

Después de meses de no poder conseguir un empleo, acudí a X (antes Twitter) a expresarme y compartir la mayor frustración que he llegado a tener en mucho tiempo y todo gracias a Bancomer (o BBVA como ellos quieren que los llames). Me habían prometido una entrevista en una de las dos sedes de la ciudad de México por haber cumplido los requisitos pero nunca se concretó. Semanas después de estar esperando por una fecha, me animé a preguntarles mi estatus. Para mi sorpresa -¿realmente fue sorpresa? Estoy tan acostumbrado a los rechazos-, me respondieron que lamentablemente no quedé para el puesto. La respuesta tan seca y tardía fue lo que tanto me molestó, pero no llegué a comentarlo hasta 4 meses después. El coraje acumulado que traía al recordar semejante bajeza me llevó a crear un hilo de 9 tweets donde compartí el mal trato y la poca importancia de su parte.

Dicho hilo recibió una atención masiva en la plataforma, llegando a los 46 mil likes y 7 millones de vistas. El apoyo colectivo que recibí, la empatía y generosidad de muchas personas me conmovió. Me llegaron cientos de mensajes con información de empleos de acuerdo con mis formaciones. Fue bueno ver la humanidad en cierta gente.

El apoyo colectivo que recibí, la empatía y generosidad de muchas personas me conmovió. Me llegaron cientos de mensajes con información de empleos de acuerdo con mis formaciones. Fue bueno ver la humanidad en cierta gente.

Mi hermano menor también tiene la misma discapacidad auditiva. He sido su modelo a seguir. Ahora, él estudia gastronomía y me sorprende su habilidad innata de hacer las cosas a su manera. Él tiene sus propios gustos, estilo, talentos y habilidades. Estoy orgulloso de él y es mi más grande logro. Ver que formé a un joven con fuertes convicciones. Quiero que tanto él como yo tengamos un buen futuro y no tener que enfrentar ridículos obstáculos por ideas equivocadas y falta de educación que la gente tiene alrededor de un problema que, realmente no es un problema.

Mientras yo abogo por mí y por ellos aún sabiendo que no todos los de la comunidad tendrán la misma visión que yo, que es dejar de lado las diferencias y luchar juntas y juntos. Sin embargo, es mi trabajo alzar la voz porque genuinamente quiero que haya verdadera inclusión e igualdad a como dé lugar. Ese hilo de tweets abrió las puertas para un debate universal y ayudarnos los unos a los otros. Ver a personas sordas unirse y compartir sus testimonios y ser vistos para luego ser contactados por personas para ofrecerles información de vacantes de trabajo me tocó profundamente y es una razón más para seguir rompiendo barreras (y el internet).

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